V i e n t o . e n . e l . a l m a
Este fin de semana fui a un pequeño balneario a unas 3 horas de Santiago. Extraño puede parecer pero lo que más me gustó fueron sus árboles, que no eran el gran atractivo del lugar, ya que es destino de windsurfistas principalmente. Su imponencia permitía generar un bello juego de luces y sombras, y eran el marco del paisaje. No pude evitar hacer una reflexión al ver las fotos. El fuerte viento que soplaba sin cesar solo está en mi memoria ya que la imagen no lo refleja. Y de la misma forma, cuando vivimos procesos internos, muchas veces pasan invisibles al ojo externo. Aunque nos azoten sin clemencia. Aunque llenen de escalofríos el corazón. El camino cuesta arriba lleva a llanos con sol, para luego descender y volver a subir. Es un circulo del que pareciera imposible salir. Pero lo cierto es que en cada vuelta tenemos más capacidades y podemos apreciar el paisaje en sus luces y sus sombras. Se entra en calor con el ...