La región de Atacama pareciera ser un espacio sin tiempo, suspendido entre el cielo azul y la sequedad absoluta de su tierra. Es una geografía que supera las fronteras de los países, uniendo la cultura de Peru, Chile, Bolivia y Argentina bajo un mismo ritmo, con un amor y respeto común por la Pacha Mama (madre tierra). Comparten los tonos de la tierra que se vuelcan en tejidos y en la materialidad propia de la arquitectura de adobe. La postal más típica es la de la Iglesia cuya paredes de un blaco purísimo concentran centenares de rezos. De planta sencilla alberga en su sombra un poco de frescura en el calor del desierto. Me llamaron mucho la atención las puertas. Sus colores. Y la particularidad de las esquinas. Da ganas de entrar a descubrir que hay entre las anchas paredes de barro. Alrededor de la plaza se concentran los principales servicios. La comisaría de carabineros, la universidad, la compañía de teléfonos, la iglesia y el correo desde donde envié posta...